Empecemos con una par de pinceladas antes de abordar el trazo grueso del “run run” de los negocios de este domingo previo al clásico de la ciudad:

1) “Es un chino”. “Nunca se vio algo así”. “No pasó ni en el caso Vicentin”. Mucha sorpresa entre abogados por la cantidad de requisitos que puso el juez de la quiebra de Luis Herrera, Nicolás Villanueva, a los acreedores que quieran verificar créditos, que tienen plazo hasta el 5 de abril. “Les pide hasta el ADN a los damnificados”.

Ocurre que como buena parte de quienes invertían con Herrera lo hacían con fondos no del todo correctamente declarados a Afip. Así que  por más que tengan contratos de mutuo firmados  que el financista incumplió, les costará presentarlos para verificar créditos en la quiebra decretada.

¿Cuál es la exigencia que puso Villanueva que más le conviene a Herrera para limpiarse de acreedores a muchos acreedores? La existencia de retenciones de Ganancias correspondientes a las operaciones por las que solicita verificación.

2) La presentación esta semana de la primera denuncia penal por estafa contra "Adelante", la broker de negocios con visibles oficinas en Puerto Norte, activó que otros inversores que no pueden retirar su dinero se decidan a iniciar gestiones con abogados para sumar nuevas presentaciones. Habrá novedades esta semana

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Ahora sí: vamos al plato principal.

Se están levantando dos loteos irregulares en el Gran Rosario, y una de las urbanizaciones tiene detrás a un cuestionado operador inmobiliario.

Se trata de dos nuevos  barrios en la localidad de Piñero cuyas comercializaciones avanzan sin tener la factibilidad hídrica aprobada. Uno se llama "Estación El Paraíso" y el otro “Lagos de Piñero”.

Que no tengan la factibilidad hídrica significa que no está garantizado que los terrenos que se están vendiendo no sean inundables. 

Y si bien eso nunca es un tema menor cuando se trata de las condiciones para urbanizar un campo, la cuestión es más delicada en esa zona porque hace diez años allí hubo una fuerte inundación que llevó agua hasta la vera de la ruta A012, forzando, incluso, a que los ganaderos de la zona tengan que sacar la hacienda en lanchas.

Y no solo eso: sin esa factibilidad -que otorga el gobierno provincial-no se pueden avanzar en los trámites de escrituración del terreno, una seria complicación para el comprador, sobre todo si alguna vez quiere tomar un crédito para construir allí.

 “No encontramos nada de ellos acá. Y por eso ya mandamos una inspección a la zona”, dijo Nicolás Mijich, secretario de Asuntos Hídricos de la Provincia, ante la consulta de Rosario3. 

Es más, Rosario3 pudo confirmar de fuentes oficiales que la EPE ya les avisó a los desarrolladores inmobiliarios que no tienen disponibilidad de energía eléctrica para abastecer las viviendas que allí se construyan, los vendedores prometen entregar los primeros lotes hacia fin de año. 

Es más, sin factibilidad de Hídrica y de Medio Ambiente, la EPE no puede por normativa ni darle luz de obra para la construcción de las viviendas; así que los compradores la tendrán dura desde el inicio.

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Ahora bien: ¿quiénes son los desarrolladores de estas urbanizaciones flojas de papeles?

"Lagos de Piñero" (¿un nombre que puede sonar a profecía?) tiene como promotor a José Mutti, a cargo de varios lotes iniciados y en desarrollo.

En tanto, "Estación El Paraíso" es impulsada por el grupo inmobiliario de la familia Gilli, con varios y resonantes escándalos judiciales en el hombro (como en los barrios Funes City, Funes Town, Don Carlos, en Villa, y Don Alejandro y Francisco Primero, en Arroyo Seco) pero que siempre se las ingenia para seguir activa en el mercado.

El esquema que usan los Gilli suele repetirse: comercializan terrenos a precios promocionales para clase media y con promesas de obras y servicios. Cuando los lotes son vendidos, nunca están las obras comprometidas, pero para ese momento ya se retiraron de la administración del barrio (de alguna forma más o menos desprolija, según el caso), quedando entonces los habitantes abandonados en “barrios privados”; privados de luz, agua, cloacas, caminos, etc.

Algunos de los vecinos, se organizan y se hacen cargo (de su bolsillo) de las obras paradas, y en otros casos la presión y la bronca cae sobre las autoridades municipales. Como sea, el daño es terrible: las comunas no tienen fondos para obras de esa magnitud y los compradores de lotes no son inversores con espalda y tiempo para aguantar, sino familias de clase media que invirtieron para vivir allí.

Ahora: ¿Las autoridades comunales de Piñero no salen a advertir lo que está pasando con estas urbanizaciones flojas de papeles? Quienes venden los loteos dicen que tiene el ok de Walter Carenzo, presidente comunal de Piñero. Y a decir verdad, en la mayoría de los casos la familia Gilli suele iniciar loteos con habilitación municipal. 

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Más allá de las particularidades de este caso, asoma un problema estructural (y recurrente en esta columna): la infraestructura que cruje en toda la provincia y la falta de financiamiento para hacerle frente.

En este caso, la EPE tiene energía suficiente para hacer frente al crecimiento vegetativo de esa zona de Piñero, Àlvarez y Villa Amelia, pero no dispone de más potencia para las nuevas urbanizaciones en el cordón sur (la última la obtuvo el barrio Neander, en Villa Amelia). 

¿Qué ofrece como solución la EPE a los desarrolladores que allí quieren lotear de manera responsable? Que todos los desarrolladores inmobiliarios se junten y paguen de su bolsillo una Estación Transformadora de 132 kW, a un costo aproximado de 10 millones de dólares, que la EPE construiría y operaría.

Más allá de que el costo parece muy difícil de afrontar (sobre todo porque son loteos para clase media a un precio del m2 más accesible que un country en Funes), el problema es que los desarrolladores serios del cordón sur no quieren sumarse en un mismo fideicomiso con los del tipo Gilli por el riesgo de que no paguen su parte.

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Asoma, entonces, un tema que se empieza a colar en las charlas entre empresarios del sector. ¿Y si se arma una suerte de registro o “ficha limpia” de desarrolladores para hacerles más difícil la comercialización de loteos a aquellos que protagonizaron tantos “pufos”?

Los que trabajan más profesionalmente que están empezando a tirar el tema en sus mesas de debate aseguran que no se trata de una cuestión de evitar la competencia desleal (venden más barato a sabiendas de futuros incumplimientos) sino de evitar los problemas que dejan en las zonas que fueron irregularmente urbanizadas.  

Es más, el problema es grave porque quienes invierten en loteos más baratos no son en su mayoría inversores que toman posiciones en tierras para hacer negocios sino que son usuarios finales (familias, jóvenes, etc.) que ponen todo lo que tienen y luego quedan atrapados en esos loteos fantasmas sin poder mudarse o salirse.

Es cierto que el tema de la “ficha limpia” es profundo y complicado. Involucra, incluso, hasta cuestiones de derecho constitucional, pero siendo el uso del suelo una de las problemáticas centrales en la región, que operadores del sector se lo estén planteando muestra es la necesidad de que no se demoren respuestas oficiales. 

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Pero volvamos al tema central que es la crisis de infraestructura. Esta semana se realizó la primera reunión entre los directivos de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) con las nuevas autoridades de la EPE, su máximos funcionarios técnicos y la secretaria de Energía, Verónica Geese, para tratar de encontrarle la vuelta al histórico problema de las demoras para realizar las conexiones definitivas en los nuevos edificios. 

Estamos hablando de que en la ciudad hay 360 edificios que se abastecen con el famoso “palo cajón”, que es el que sirve de conexión de obras para las obras. Algunos edificios hace 4 años que esperan la conexión.

Hubo una coincidencia en ambos lados del mostrador: es calamitosa la situación en la que dejó la EPE la gestión de Perotti. Los nuevos funcionarios, dicen, encontraron la empresa con un fuerte déficit (30 mil millones de pesos) y los empresarios aseguran que no tuvieron buena recepción de las autoridades salientes. Todo lo contrario frente a la mejor recepción que ahora tienen de las nuevas autoridades, a las que ven comprometidas con resolver el problema.

En ese sentido, reconocieron que el problema que heredaron las nuevas autoridades es gigantesco y que la EPE quedó mucho peor de cómo la encontraron cuando asumió Perotti, al menos en el tema que la relación con los constructores se trata.

No obstante, a la hora de los resultados, los de la AEV se fueron sólo con promesas de solución y ninguna propuesta concreta. ¿Qué les dijeron?  Cuando preguntaron por la falta de cuadrillas para hacer las conexiones, les respondieron que no tienen más recursos humanos capacitados. Cuando les preguntaron por qué no tercerizan el servicio, como hace Litoral Gas, les respondieron que no tienen plata. Y cuando les comentaron que los empresarios gustosos pagarían el servicio de conexión definitiva (total, ya se vienen haciendo cargo de todos los costos que debería para la EPE, como el armado de subestaciones), le aseguraron que no hay muchos privados que lo presten.

Sin plata ni recursos, entonces, lo más cercano a una respuesta concreta que se llevaron fue que la idea es bajar el stock de edificios sin conexión con un nuevo criterio: en vez de empezar con los que más atraso tienen, ir solucionado primero los casos más simples, por más que por orden de llegada esten últimos en la fila porque recién piden la conexión.

El problema es, como pasa con la infraestructura vial, que el déficit su también es un serio problema de seguridad. Por caso, el incendio que hubo el viernes en una obra en Italia al 700 fue por la demora de la EPE en desconectar el servicio a una casa que entró en demolición. Todo eso sin contar que, además de insegura e inestable, la EPE pierde mucha plata por dejar a los habitantes usando "luz de obra" por años a través del “palo/cajón” que es más barata que la conexión definitiva

Como sea, los empresarios, que reconocen que el problema es heredado y que las nuevas autoridades están comprometidas en mejorar la situación, están preocupados por el panorama. Y es que temen es que pronto la EPE tenga hasta imposibilidad de dar nuevas factibilidades a nuevas obras, y no sólo a grandes (como pasa en Puerto Norte que exige una obra de u$s30 millones de dólares a abonar por los privados, por lo que media docena de proyectos están en stand by) sino cualquier edificio.

Las nuevas autoridades entraron con el pie derecho en la relación con los constructores. Los ven predispuestos y comprometidos para mejorar la herencia recibida, pero las soluciones deben venir pronto. Y es que sino llegan rápido, los marketineros videitos por redes sociales con los que tanto les gusta promocionar al gobierno sus reuniones  no alcanzarán para contener el malestar. 

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Basta con la EPE. Pero sigamos un poco más con la crisis de  infraestructura. “Esperamos que al final de la cosecha no haya una víctima fatal, como suele ocurrir”.

La frase la dijo en Radio2 de Gisella Signorelli, vecina de Villa La Ribera, la pequeña localidad del Gran Rosario que al quedar cruzada por la ruta 91 entre la autopista a Rosario-Santa Fe y la ruta 11 se convierte en un embudo para los camiones que llegan con granos con destino a los puertos cerealeros de Timbúes.

Se calcula que durante los meses pico de marzo/junio pasen entre 10 y 12 mil camiones por día aislando a la población. Y como durante la última campaña que, por la sequía, trajo algo de alivio, no se aprovechó a levantar nuevos caminos, en esa pequeña localidad se contentan ahora con que no haya un muerto por accidente de tránsito al final de la cosecha. Terrible.

“Nos juntamos con las nuevas autoridades. Vimos muy buena voluntad. Están coordinando mejor que nunca el operativo de tránsito. Eso es cierto. Y también nos dijeron que van a intentar que el daño sea el menor posible. Esa fue la frase literal. Y que el daño sea el menor posible significa que no haya un muerto, porque el resto no se puede evitar: que no haya transporte público, ambulancias, y hasta policías que puedan venir”, se lamentó en diálogo con Radio2.

¿Y las millonarias obras licitadas por el anterior gobierno provincial para construir un camino alternativo en esa zona? Nunca pudieron arrancar. Pero no solo por las razones de estrechez financiera que complicaron a todas la obras públicas de magnitud desde la disparada inflacionaria de mediados del año pasado, sino también por un problema escondido que saltó con la llegada de las nuevas autoridades. Resulta que todavía no estaba acordado con los dueños de los terrenos por donde pasará parte de la nueva traza el cambio de manos de los mismos. Es decir: no tenían la propiedad de los terrenos y largaron la licitación.  No tiene remate.

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Sobre obras de vialidad, la cuestión se puede picantear. "El Gobernador dio la orden y se va a realizar una auditoría desde el 2019 hasta el 2023, es decir durante la gestión de Omar Perotti en Vialidad Provincia", adelantó esta semana el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, quien habló de "sospechas" y de presuntos "negociados".

"No solamente han dejado rutas en pésimo estado, sino que también los santafesinos hemos pagado obras carísimas. Lamentablemente se percibe las sospechas de malos manejos y de negociados en Vialidad. Por eso, para despejar dudas, vamos a hacer una auditoría. Para que el Estado haga una auditoría del Estado tiene que haber algo realmente grave. Vamos a hacerla porque corresponde", reiteró el ministro.

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Vuelta de página. Dos del segmento comercial.

Frávega desembarca en el local que dejó Megatone en Córdoba al 1.200.  La marca ya estaba en la misma cuadra así que la mudanza será más bien rápida.

2) La cadena La Masía, que venía multiplicando locales y creciendo con aperturas, tuvo un traspié y cerró su local de Pellegrini y Corrientes.

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Sigamos por el comercio. Pero de vehículos, que viene en picada. Entre la disparada de precios y la falta de créditos, se vende poco en las concesionarias, las terminales bajan la producción.

Fiat anunció que reducirá la producción del Cronos en Córdoba desde marzo. De los 439 vehículos diarios que venía pasará a 364 en marzo y a 340 en junio. Son varias las automotrices que  están bajando la producción.

Después de 2 meses cerrada, Volkswagen vuelve a producir desde el 4 de marzo. Pero lo que podría ser una buena noticia, queda empañado porque la vuelta será en un turno en lugar de los 2 que terminó 2023. Y al menos hasta abril seguirá así.

En ese contexto, en las fábricas crece el malestar de los empleados fuera de convenio. Es que mientras los sindicalizados en Smata acomodaron paritarias, a las líneas medias los aumentos salariales les llegan en frasco muy chico.

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Una de comercio exterior. Y se trata de uno de los sectores que alguna señales de mejora evidencian. Todavía más normativa que real, pero se está viendo un movimiento que el año pasado no había.

Así quedó reflejado esta semana en la presentación que se realizó del “Chapter Santa Fe-Rosario” de la Cámara de Comercio Argentina-Americana. La idea de abrir una filial de la entidad (que ya tiene presencia en Buenos Aires) en la región es para promover negocios entre empresas de la región con el estado de Florida, sur de EE.UU. Los empresarios de la región recibieron muy bien la iniciativa.

Durante el cocktail de presentación del capítulo local, realizado en la Fluvial, importadores comentaron que ven con optimismo como el gobierno avanza con paso firme en el desarmado del complejo esquema del gobierno anterior que trababa las compras al exterior y le dan el vito bueno a los progresos en solucionar el problema de las deudas acumuladas por la falta de dólares.

Pero avisan que el daño ya está hecho y que los proveedores del exterior, que reconocen la mejora, tampoco están muy predispuestos a hacer negocios porque la situación no solo no se normalizó (se paga desde Argentina 30/60/90 días, algo inusual en el comercio exterior) sino que también tiene temor de que todo pueda volver para atrás. Y, vale aclararlo, tampoco es que la demanda argentina es fuerte. Todo lo contrario, por la crisis está cayendo la demanda de importaciones de insumos y de productos terminados. Incluso, en las alimenticias, y eso es todo una muestra de lo delicado de la situación económica. 

Y por el lado de las exportaciones (no agropecuarias), los operadores coincidían que el tipo de cambio actual sin ser una maravilla es competitivo. Y si bien dicen que “le faltaría un toque”, no piden una devaluación y aseguran que el escenario es mucho mejor al del año pasado en materia cambiaria. Eso sí, advierten que si les suben retenciones a la industria todo vuelve a fojas cero.

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Y vaya que las empresas se mueven para tratar de sacarle más jugo al comercio exterior. Más de 20 firmas de la provincia participaron en la misión oficial del gobierno provincial a la feria Gulfood en Dubai, que sirve de plataforma de ingreso para alimentos y bebidas a Medio Oriente y África . Y eso que, a diferencia de años anteriores, las empresas tienen que aportar más dinero propio.

Las empresas que participaron fueron Jewell, Agrofin, Uranga Trading, Alberto Marchiori SA, Matresfood Trading, Pop Company, Riboldi SA, Fyo Acopio, AFA, Molinos Juan Semino, La Sibila, Ronalb, Inalpa, Agroinversiones Pampeanas, Corlasa, Special Commodity, Offal Exp, Fiar, Tregar y Grupo Sur Exports.

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Una de tecnología. Una operación policial de 10 países, entre ellos Estados Unidos y Gran Bretaña, puso fin días atrás a Lockbit, a la red mundial de hackers que causó pérdidas millonarias a empresas por todo el mundo, incluído Rosario cuando atacaron a La Segunda.

Según informaron este martes en Nueva York, autoridades tomaron control de la infraestructura digital del grupo al desconectar 34 de servicios y capturaron a dos importantes miembros de la organización en Polonia y Ucrania. 

Presentada como las más dañina del mundo, representando el 25% de todos los ciberataques del año pasado, tuvo 2.000 empresas víctimas en a las que chantajeaban encriptándoles los datos que tenían en sus sistemas para luego exigir millonarios rescates.

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Vamos terminando y cambiemos la onda que es domingo, y contra todo los frentes de tormenta, los emprendedores (de todos los tamaños y sectores de la ciudad) siguen tirando para adelante.  Y tenemos varios casos. Empecemos por uno de industrias

La fábrica Lekisgo, con base fabril en San Lorenzo, anunció que construirá la primera planta de lecitina hidrolizada del país. Se trata de un insumo muy requerido por la industria alimenticia animal. Y lo hará con una inversión de 3M de dólares en sociedad con una firma española llamada Lasenor. La planta tendrá 2,000 m2 en un predio de 7,000 m2 que estará también en el cordón industrial del Gran Rosario.Y las obras comienzan el próximo mes

Y lo destacado del caso es que sirve para mostrar cómo a partir del agro se agrega valor industrial. Es que la firma trabaja con materia prima que aporta la actividad de la industria aceitera. Esto es: generan lecitina con un proceso de desgomado del aceite de girasol y soja. Y ahora, en base a reactores, le suman enzimas para cambiarles propiedades a la lecitina.

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Finalmente, Para terminar este run run, con una buena que ocurrirá en los próximos días.  Y la presentamos en modo enigmático.

La protagonista es una de las familias empresarias rosarinas más importantes cuyas diferencias por los negocios además de enfrentarlos fueron la comidilla entre sus pares. Bueno, parece que las diferencias quedaron atrás, los problemas se superaron y ahora vuelven a hacer negocios juntos. Inminente anuncio con bombos y platillos.