Usuarios de la hidrovía apuran la confección de las “propuestas de ajuste” a los pliegos de la licitación de la hidrovía, una instancia de revisión poco convencional (ya que la apertura de sobres es en dos meses) que les prometió el gobierno nacional.
Las entidades empresarias del sector (agroexportadores, puertos, navieras, industriales, etc.) eligieron creer que la Nación les tomará en cuenta lo que aporten, y calculan qu. esta semana podrán estar enviando las objeciones correspondientes. Y uno de los temas centrales que asoma es el valor del peaje. Y es que para los empresarios -que venían apostando por una baja importante- se encontraron que, incluso, la tarifa básica (o de referencia) puesta en el pliego quedó alta.
En líneas generales, el pliego de condiciones establece tres etapas de concesión. Cada una tendrá su nivel de dragado y de valor de tarifa de referencia -avanzando en su profundización (y en precio) en cada etapa- sobre el que los oferentes cotizarán.
“Ponen tarifas de referencia que son altísimas en relación con la prestación del servicio que se solicita: 4,30 u$s la tonelada de registro neto (TRN) para la condición actual, 5,20 u$s/TRN para 36 pies y 6,30 u$s/TRN para 39 pies. Además, los 42 pies quedan sujetos a condiciones imprecisas. y los 44 pies no se mencionan. Terrible”, comenta el ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Jorge Metz.
Para tener una referencia, en el informe encargado a LatinoConsult por la Cámara de la Industria Aceitera, la Cámara de Puertos, la Bolsa de Rosario, la Cámara de Actividades Portuarias y la Cámara de Acero se calculó que la tarifa (hoy en 4.30 dólares) podría baar a u$s2.82 si se draga a una profundidad de 42 pies.
En efecto, para los usuarios, el problema es que los precios de referencia en la licitación quedaron altos y hubiesen preferido que sean más bajos. Entonces, si la profundización no es tan fuerte como la esperan (42 pies en la etapa final piden los usuarios, pero en los pliegos se habla de 39), el costo logìstico de la hidrovía puede quedar caro, cuando lo que se busca es bajarlo. De mantenerse estas condiciones, solo una fuerte competencia entre dragadores por el negocio, que los lleve a ofrecer tarifas bajas para quedarse con el negocio, podría hacer bajar el peaje futuro.
Según averiguó Rosario3, los usuarios de la hidrovía presentarán una alternativa para mejorar el esquema tarifario. Y es que están convencidos de que se lo puede bajar si se le quitan obligaciones a la dragadora que no tienen que ver con los servicios básicos del acondicionamiento del servicio.
“Si el dragador tiene que sacar 100 barcos hundidos, además de brindar seguridad, etc., el valor de la tarifa va a ser más alto, y eso no es viable para nosotros, asì que será objetado esta semana”, le dijo a este medio una alta fuente empresaria que está en la primera línea de las conversaciones.
Resulta que se dispone que el concesionario también preste servicios de control de derrames por hidrocarburos, que se tendrían que poner en cabeza de los buques que entran a operar en la vía de navegación o hacerse cargo una empresa autorizada por Prefectura, pero por fuera de la licitación. Es más, y lo que es más determinante, incluye (ya desde el arranque) el servicio de remoción de cascos hundidos, que -como hasta ahora- podría seguir siendo una tarea que se contrate por fuera de la administración de la hidrovía.
“¿Para qué agregar costos y responsabilidades en tareas que no son de dragado? Son tareas que nada tienen que ver con el objeto de la concesión” advierte Metz. “Incluso, de manera indirecta, meten adentró las exigencias de controles y certificaciones vinculadas a la prevención de la contaminación por hidrocarburos o basuras contaminantes (Osro) que quisieron incluir y luego, por nuestra intervención, logramos que se deje sin efecto”, agregó.
¿Habrá cambios?
Quienes tienen acceso a altas fuentes del gobierno nacional no creen que habrá ajustes de importancia en los pliegos. Es más, entienden, que si no hay judicialización de las quejas, poco y nada tomarán de las recomendaciones de ajustes que le lleguen.
Y no solo por cuestiones técnicas, sino también políticas. Al gobierno de Santa Fe, por caso, le desconfían bastante por su impronta radical. No en vano, si bien el diálogo formal es abierto, constante y bueno, a la hora de cumplir las decisiones prometidas (por ejemplo, cesión de rutas) las lapiceras de la Casa Rosada no firman los expedientes.
Incluso, analistas profesionales no dejan de sorprenderse con la modalidad anunciada de sacar un pliego y poner un plazo corto de presentación de ofertas (fin de enero) pero en paralelo avisar de que puede haber cambios en los términos y condiciones.
Santa Fe insiste
Como los usuarios privados, el gobierno provincial “eligió creer” que el gobierno nacional tomará las recomendaciones que se les acerquen y envió ya la semana pasada un documento a la Subsecretaría de Puertos con sus consideraciones.
En líneas generales, coinciden con los usuarios privados de la hidrovía, pero -a diferencia de estos- sí celebran que la futura concesionaria también tenga que realizar controles vinculados a la seguridad.
El documento enviado a la Subsecretaría contenía 16 puntos que Santa Fe consideraba que deben estar en el pliego y dos de los cuales no aparecen: garantizar el dragado hasta 28 pies hasta el Puerto de Santa Fe y un organismo de control sobre el concesionario donde las provincias puedan tener voz y votos.